March 11, 2014 Venta de Poesía 0

La cobra serpenteó
en la arena bajo la luna.
El papiro dijo tres enigmas:
Luz embalsamada
Luz congelada
En hibernación.

Quizá fue la luz negra
que se escurrió bajo las piedras
con la muerte

Los modernos saqueadores de tumbas
abren huecos en el Valle de los Reyes
y el papiro revela:

“Se fue la palabra de un poeta antiguo
Y nadie más trepó por tus montañas
para describir los pezones
de que alardeabas, Nefertiti”.

Se marchó tu poeta.
Tus piernas dijeron: ¡Basta!
No queremos otros versos
que los suyos.
La estela se fue llorando
y hubo estupor en Tebas.

Se quedó sin cantor tu ombligo
y tu cuello desfalleció.
Nunca más hubo un temblor igual
cuando la muerte se llevó la vanidad
y acaeció el silencio.

Solo quedó tu perfil policromado
del cuello para arriba, Nefertiti
y una luz que nos es tuya
se mete en la cavidad vacía
de tu ojo derecho para mirarnos.