March 11, 2014 Venta de Poesía 0

La noche se enamoró de mí.
que si. Se enamoró de mí.
y yo me fui caminando para no verla.

Llegué cansado a mi casa
con la intención de no verla
le tuve miedo a su cabellera negra.

Tembloroso me acosté
para no verla.
y pasaron veinte lunas
y una mañana cualquiera
vino la estrella del alba
con una esquela.

Leí la carta de un soplo
el mensaje de la noche,
noche morena.
Eran trece las palabras:
“Tengo las piernas
abiertas de par en par
esperando temblorosa
que me poseas”

No pude más, nada dije
y cuando murió la tarde…
¡fui el amante de la noche
después de verla!.